Dr. Arturo Martínez García, experto en

Histerectomías

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Histerectomía

La histerectomía es una cirugía en la que se extirpa el útero de manera total o parcial. Es uno de los procedimientos ginecológicos más comunes y puede realizarse por diversas razones, como el tratamiento de enfermedades que no responden a otros tratamientos.

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Especialista en Cirugía de quistes hepáticos

¿Por qué es importante la Cirugía?

Lo que debes saber 

Es una intervención quirúrgica para remover el útero, el órgano donde se desarrolla un embarazo. Dependiendo de la patología, también pueden extraerse estructuras asociadas como las trompas de Falopio, los ovarios y el cuello uterino.

Se indica en casos de:

  1. Fibromas uterinos: Tumores benignos que causan dolor, sangrado abundante o presión en órganos vecinos.
  2. Endometriosis severa: Crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, con dolor intenso o infertilidad.
  3. Sangrado uterino anormal: Que no responde a tratamientos médicos o menos invasivos.
  4. Prolapso uterino: Descenso del útero hacia la vagina debido al debilitamiento del suelo pélvico.
  5. Adenomiosis: Engrosamiento de la pared uterina que provoca dolor y sangrado abundante.
  6. Cáncer ginecológico: De útero, cuello uterino, ovarios o trompas de Falopio.
  7. Complicaciones graves durante el parto: Como una hemorragia incontrolable.

    ¿Cuándo se requiere una histerectomía?

    La histerectomía se indica cuando no existen tratamientos alternativos efectivos y las condiciones médicas afectan gravemente la calidad de vida o representan un riesgo para la salud. A continuación, se enumeran las principales razones por las que un médico puede recomendar este procedimiento:

    1. Fibromas uterinos

    • Son tumores benignos en el útero que pueden causar:
      • Sangrado menstrual abundante o prolongado.
      • Dolor pélvico crónico.
      • Presión en la vejiga o los intestinos.
      • Problemas de fertilidad o abortos recurrentes.

    2. Endometriosis severa

    • Crecimiento del tejido endometrial fuera del útero que provoca:
      • Dolor pélvico crónico.
      • Menstruaciones dolorosas.
      • Infertilidad.
      • Lesiones severas en los órganos pélvicos.

    3. Sangrado uterino anormal

    • Cuando el sangrado menstrual abundante o irregular no mejora con medicamentos, dispositivos intrauterinos (DIU) o procedimientos menores como la ablación endometrial.

    4. Prolapso uterino

    • Descenso del útero hacia la vagina debido al debilitamiento del suelo pélvico, lo que puede causar:
      • Presión o dolor vaginal.
      • Incontinencia urinaria.
      • Dificultad para evacuar el intestino.

    5. Adenomiosis

    • Engrosamiento del tejido uterino que genera:
      • Dolor menstrual intenso.
      • Menstruaciones muy abundantes.
      • Anemia causada por pérdida de sangre.

    6. Cáncer ginecológico

    • Es una indicación común y necesaria en casos de:
      • Cáncer de útero o endometrio.
      • Cáncer de cuello uterino avanzado.
      • Cáncer de ovarios o trompas de Falopio.

    7. Complicaciones durante el parto

    • Situaciones graves que amenazan la vida de la madre, como:
      • Hemorragia postparto incontrolable.
      • Ruptura uterina.

    8. Enfermedad pélvica inflamatoria grave

    • Una infección avanzada que ha dañado irreversiblemente los órganos reproductivos.

     

    Factores adicionales para considerar

    • Falta de respuesta a tratamientos conservadores: Cuando medicamentos, dispositivos o procedimientos mínimamente invasivos no logran controlar los síntomas.
    • Impacto en la calidad de vida: Si los síntomas afectan severamente las actividades diarias, la salud emocional o la capacidad laboral de la paciente.
    • Preferencias de la paciente: Algunas mujeres pueden optar por una histerectomía después de considerar los riesgos, beneficios y la imposibilidad de tener hijos tras la cirugía.

    Tipos

    La histerectomía se clasifica según la extensión del tejido que se extirpa y el enfoque quirúrgico utilizado. La elección del tipo de cirugía depende de la enfermedad a tratar, la gravedad de los síntomas y las condiciones de la paciente.

    1. Histerectomía parcial (subtotal o supracervical):

    • Solo se extrae el cuerpo del útero, dejando intacto el cuello uterino.
    • Indicada para condiciones benignas cuando no hay daño en el cuello uterino.

    Ventajas:

    • Preserva el soporte anatómico del cuello uterino.
    • Puede tener un menor impacto en la función sexual.

    2. Histerectomía total:

    • Se extirpan tanto el cuerpo del útero como el cuello uterino.
    • Es el procedimiento más común para tratar diversas condiciones ginecológicas, como cáncer o fibromas severos.

    Ventajas:

    • Elimina el riesgo de cáncer de cuello uterino.

    3. Histerectomía radical:

    • Incluye la extirpación del útero, el cuello uterino, la parte superior de la vagina y tejidos circundantes.
    • Indicada principalmente en casos de cáncer ginecológico avanzado.

    Ventajas:

    • Proporciona un tratamiento exhaustivo en casos de cáncer.

    Desventajas:

    • Es una cirugía más compleja con mayor tiempo de recuperación.

    Clasificación según el enfoque quirúrgico

    1. Histerectomía abdominal:

    • Se realiza a través de una incisión en el abdomen, ya sea horizontal (línea del bikini) o vertical.

    Indicaciones:

    • Úteros grandes o deformados.
    • Presencia de tumores, endometriosis severa o cáncer.

    Ventajas:

    • Proporciona acceso directo a la cavidad pélvica.

    Desventajas:

    • Tiempo de recuperación más largo y cicatriz visible.

    2. Histerectomía vaginal:

    • Se extirpa el útero a través de la vagina, sin incisiones abdominales.

    Indicaciones:

    • Prolapso uterino o úteros pequeños.

    Ventajas:

    • Recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio.
    • Sin cicatrices visibles.

    Desventajas:

    • Limitado a ciertos casos, como el prolapso.

    3. Histerectomía laparoscópica (mínimamente invasiva):

    • Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen para insertar una cámara y herramientas quirúrgicas.
    • Puede ser asistida por robot para mayor precisión.

    Indicaciones:

    • Endometriosis, fibromas, cáncer en etapas iniciales o úteros de tamaño moderado.

    Ventajas:

    • Menor dolor postoperatorio.
    • Cicatrices mínimas.
    • Recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta.

    Desventajas:

    • Puede no ser adecuada para todas las pacientes.
    • Requiere experiencia quirúrgica avanzada.

    Comparativa de los enfoques quirúrgicos

    Tipo de histerectomía Recuperación Cicatriz visible Complejidad del procedimiento
    Abdominal 4-6 semanas Moderada a alta
    Vaginal 2-4 semanas No Baja a moderada
    Laparoscópica 2-4 semanas Mínima Moderada a alta

    Elección del procedimiento

    La decisión del tipo de histerectomía debe tomarse en conjunto con el médico especialista, considerando factores como:

    • La condición médica de la paciente.
    • La experiencia del cirujano.
    • Las preferencias personales de la paciente.
    • Las posibles complicaciones o riesgos.

    Una consulta detallada ayudará a definir la mejor opción para cada caso en particular.

    Tratamiento postoperatorio

    El período postoperatorio después de una histerectomía es una etapa crucial para garantizar una recuperación adecuada. Este proceso puede variar según el tipo de cirugía realizada (abdominal, vaginal o laparoscópica) y la salud general de la paciente. A continuación, se detallan las principales recomendaciones, cuidados y expectativas durante esta etapa.

    1. Hospitalización y recuperación inicial

    • Duración de la hospitalización:
      • Histerectomía abdominal: 2-4 días.
      • Histerectomía vaginal o laparoscópica: 1-2 días.
    • Primeras 24-48 horas:
      • Monitoreo del dolor y signos vitales.
      • Administración de analgésicos, antibióticos y anticoagulantes si es necesario.
      • Se fomenta el movimiento temprano (caminar suavemente) para prevenir coágulos sanguíneos.

    2. Cuidados en casa

    Actividad física:

    • Reposo:
      • Evitar levantar objetos pesados (más de 5 kg) durante al menos 6 semanas.
      • No realizar esfuerzos físicos intensos ni actividades que ejerzan presión en la zona abdominal o pélvica.
    • Movilización gradual:
      • Caminar diariamente para mejorar la circulación y evitar coágulos.

    Higiene personal:

    • Mantener la zona de la incisión limpia y seca.
    • Evitar baños de inmersión (tina o piscina) hasta que las heridas estén completamente cicatrizadas.
    • Seguir las instrucciones del médico si hay suturas o grapas quirúrgicas.

    Alimentación:

    • Dieta rica en fibra para prevenir el estreñimiento, común después de la cirugía debido a la disminución de la actividad física y el uso de analgésicos.
    • Hidratación adecuada (al menos 2 litros de agua al día).
    • Evitar alimentos grasos o difíciles de digerir en las primeras semanas.

    3. Control del dolor y medicamentos

    • Analgesia: Se prescriben medicamentos para manejar el dolor, como paracetamol o ibuprofeno. En casos severos, se pueden recetar opioides por tiempo limitado.
    • Antibióticos: En caso de riesgo de infección.
    • Anticoagulantes: Para prevenir trombosis venosa profunda, especialmente si la paciente tiene factores de riesgo.

    4. Cambios físicos y emocionales

    Síntomas normales en el postoperatorio:

    • Dolor o molestias en la zona pélvica y abdominal.
    • Fatiga generalizada durante las primeras semanas.
    • Cambios en los hábitos intestinales (estreñimiento o gases).
    • Sangrado vaginal ligero, similar a una menstruación, que puede durar hasta 6 semanas.

    Impacto emocional:

    • Algunas mujeres experimentan tristeza, ansiedad o sensación de pérdida, especialmente si la cirugía fue radical y resultó en la pérdida de fertilidad.
    • Es recomendable buscar apoyo emocional en familiares, amigos o un terapeuta.

    5. Señales de alerta

    Consultar al médico inmediatamente si se presentan los siguientes síntomas:

    • Fiebre (más de 38°C).
    • Dolor intenso o que no mejora con medicamentos.
    • Enrojecimiento, hinchazón o secreción en la zona de la herida.
    • Sangrado vaginal abundante o maloliente.
    • Dificultad para orinar o defecar.
    • Dolor o hinchazón en las piernas (puede indicar un coágulo sanguíneo).

    6. Reanudación de actividades

    Relaciones sexuales:

    • Generalmente se recomienda esperar entre 6 y 8 semanas, o hasta que el médico lo autorice.

    Trabajo:

    • Para trabajos sedentarios, la reincorporación puede ocurrir después de 4-6 semanas.
    • En empleos que impliquen esfuerzo físico, el retorno puede tardar hasta 8 semanas.

    7. Seguimiento médico

    • Primera cita postoperatoria: Entre 1 y 2 semanas después de la cirugía para evaluar la recuperación inicial.
    • Evaluación a largo plazo: Monitoreo periódico para detectar complicaciones, como infecciones o adherencias.

    Es importante evaluar cada caso de manera individual con nuestro especialista, quien realizará una valoración exhaustiva para determinar si la histerectomía es el mejor enfoque terapéutico o si existen alternativas menos invasivas que puedan aliviar los síntomas.

    Dr Arturo Martínez García

    Especialista en cirugía general laparoscópica

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